viernes, 20 de febrero de 2009

¿Cómo?

Hubo un tiempo en que decía que trabajaba de ensobrador. Igual que podría haber dicho que trabajaba en una fábrica industrial haciendo cualquier cosa en cadena que se repite hasta la eternidad que en este caso queda reducida a una jornada, que es la misma los seis días de la semana. Estoy en un punto en que digo que soy ensobrador. Lo cual es preocupante. Sigo siéndolo, o he pasado de hacer la tarea a representarla porque no me veo capaz de hacer niguna otra cosa. No es por torpeza, ni por limitaciones que me reduzcan las posibilidades. No me veo capaz de salir al mundo. Sencillamente. Y es ahí, en esa falta de fuerza en el sentido, dónde el cómo se debilita hasta convertirse en una imposibilidad factible, es decir, en una limitción tangible .

Hablo como un seso rígido con piernas y al escribir me comunico con bastante pobreza (al mismo tiempo digo con orgullo que jamás admitiré faltas como esta con el fin de que alguien refuerce mi seguridad afirmando lo contraririo). Y es tan difícil que me sienta cerca de otras personas como dejar de ser ensobrador.

viernes, 13 de febrero de 2009

Visita invisible

Odio los contadores de visitas. Jamás pondré uno en este blog. Prefiero no saber cuantos y solo quienes cuando tengan algo que decir. Quiero que toques este cuaderno sin que por ello tenga que quedar una marca. La huella más fea de todas, un número, cuando pudo ser una trampa en la que has caido por casualidad. Caes, y ya hay un número más. Jamás, he dicho.

jueves, 12 de febrero de 2009

Cubos de basura

Los funcionarios del ensobrado y del mundo del papel estamos distribuidos por cubos o niveles: nivel A, B, C, D, E... en función de los destinos y del tipo de envío. Recuerden, lectores imaginarios, Succos vertidos en todos esos yoes proyectados en quienes podrían leerme, vuelvan a Un mundo feliz con Aldous Huxley para estar entre aquella sociedad estratificada por letras asociada a cada casta, determinadas de antemano. A aquellas habitaciones en las que durante el sueño, se les inundaba el mundo onírico, la conciencia debilitada, con afirmaciones que debían fortalecer el sentimiento de conformidad con la letra, el grupo al que pertenecían. Era algo así como "Ser de los Alfa es estupendo porque somos más listos..." cosa que no era difícil siendo alfa la casta más favorecida pero que sucedía de igual manera con los de la Epsilon siendo los más desfavorecidos. Con estas grabaciones y el lavado de cerebro constante que suponía vivir en esa sociedad, cada casta estaba convencida de que pertenecer al propio grupo era lo mejor, se estuviese en el que se estuviese, y se conseguía también que ninguno quisiese ser de una distinta. Hoy he vuelto a ese terrorífico lugar frío y eléctrico, lleno de cubetas y de gente rubia con los ojos azules como los de los Huskies siberianos desde Aquí, un almacén no menos siniestro que el lugar distópico pero sí más sucio, entre señores morenos con barbas, calvas y gafas de todas clases. Hablábamos, y caí en la cuenta de que nosotros somo iguales: trabajadores que pertenecen a un grupo clasificado por una letra que está conforme con la que tiene y que no quiere ser de ninguna otra. Estamos bien con lo que hacemos, cada uno con su respectiva tarea aunque cada una tenga un grado de dificultad mayor que la anterior. En este caso la gradación es inversa, cuanto mayor sea la letra en el avance del abecedario, mayor es la dificultad. ¿Qué es lo que hace que un individuo que tiene que hacer un trabajo pesado prefiera hace justo lo que hace, y que uno que tiene un nivel intermedio quiera seguir en él y no volver a uno más sencillo?.O lo que es más importante, ¿qué es lo que hace que alguien deje de pensar en salir a la calle, que no se plantee despegar las narices de burocracia mohosa durante un tiempo que ha ido pasando por encima de él sin darse cuenta?¿La pasión y el amor a la tarea mecánica y asesina de interioridades?¿El dominio adquirido sobre esa tarea, que la hace quizás más sencilla por la experiencia?, ¿todo lo contrario, la búsqueda del reto?¿el amor al subsuelo?. Eso me pregunto al ver las semejanzas y no es otra cosa más que la costumbre. El calor del sillón ablandado con la forma del propio trasero, la esperanza de que si debe ser aburrido, al menos que no de sobresaltos porque esos sobresaltos no serán estimulantes sino que sin duda serán un fastidio. Pienso que entre nosotros, habría sido muchísimo más sencillo de lo que Huxley imaginó. No nos hiceron falta grabaciones ni mensajes subliminales. Pon en marcha el mecanismo infinito que desfila hacia adelante sin propósito vital y nosotros estaremos encantados de ser el engranaje que somos. Me soprende lo sencillo que en realidad es. Sin subterfugios ni juegos psicológicos, yendo por el propio pie con la idea de mantenernos estables.



"
Esto no es un cubo de basura "


miércoles, 11 de febrero de 2009

Mi ausencia

Creo que soy tan inseguro que nunca llego a verme sólido del todo... hasta que llega el día en que alguna persona de mi entorno me dice con ese rubor que encierra y pretende contener al sentimiento real, el que suele querer pasar desapercibido, que si me voy me echará de menos.