martes, 27 de octubre de 2009

Definitivo

En el mundo subterráneo del ensobrado las cosas han cambiado. Hace meses que han comunicado que nos van a echar a todos. Antes o después. Lo único discutible es el cuando y como. Desde ese momento hubo nuevas fases, cambios. Y esto ya es todo un acontecimiento ahí abajo. Primero se notaba cierto nerviosismo. Cierto, porque no es el trabajo de los sueños de ninguno. Luego no recuerdo las fases intermedias, seguramente sería algo repetitivo y sin importancia... debió ser hastío, si eso fue. Y ahora es el momento, en que porque ya no importa... todos nos mostramos como somos. Esa tensión caracterísca, esa rigidez que se mantiene entre nosostros con la mirada desaprobadora del supervisor ante todo lo que pueda fluir de una persona de manera espontánea, ya no es nada. Ya no se sostiene de ninguna manera. Seguimos haciendo lo que debemos, pero sin las formas que nos exígen para mantener esa proyección ideal, aséptica, que es la de un trabajador sin más, una persona seria y responsable (como en un anuncio de interna del hogar o de cuidadora de ancianos), y que mata cada vez a la persona que somos. Que practicamente la asfixia y la ahoga. Ese fin adelantado, nos deja libres... mientras dure. En el aire permanentemente y siempre a punto de acabar de una vez,.. y precisamente porque no hay nada que podamos hacer, dejamos que cada día sea siempre hoy, presente. Y eso está bien.

No hay comentarios: